Algunas mujeres me han dicho que lo único que sabe hacer
un hombre es mear de pie.
Pues bien, quería deciros que yo también sé hacer otra cosa.
Yo puedo mearME de pie.
Era una noche larga de viernes y acabé como siempre,
en mi casa con ganas de mear antes de irme a la cama.
Hasta aquí todo normal.
Sino fuera porque un chorro iba dentro y el otro…el otro…
el otro iba a su bola marcando su camino hacia abajo con una gruesa raya
en mis pantalones (antes, blancos) que llegó hasta mis zapatillas.
Ah y esto es todo de la
Historia basada en hechos reales 000015 o 16(no me acuerdo)