Historia basada en hechos reales 000006

Otra vez tuve un pequeño gran imprevisto por el cual no pude actualizar ayer.
La mano todavía me duele, pero eso no es lo más importante, porque ayer…

Iba tan tranquilamente por mi pueblo en mi auto.
Subía hacia mi casa por unas calles estrechas cuando…

asomó el morro una furgoneta blanca (de las grandes) y se empotró en toda mi puerta, reventando mi ventanilla en mil pedazos. Tenía cristales hasta en los bolsillos de mi pantalón maltrecho. Él era el que tenía el CEDA EL PASO.

véase la foto de un trágico accidente…

Me quité el cinturón como pude y salí del coche para vociferar al temerario conductor (el susto no era pequeño).
Mal hecho, porque dicen que caí de cruces contra el frío y húmedo suelo.

De nuevo, estaba en las nubes o en el infierno (una de dos) porque me encontraba en la misma situación y con la misma penumbra.
!¿Pero esto que coño es, un maldito círculo vicioso o qué?!

Según cuentan, alrededor de mi supuesta muerte cerebral, todos mis familiares y seres queridos no albergaban ningún rayo de esperanza.

Y una ¿amable? señorita con bata blanca, se disponía a sacarme los órganos (¿pero que le había hecho yo joder? si ni siquiera la conocía!) así que pensé que ya era hora de despertar y decirle a la enfermera, que si quiere le puedo prestar mi polla o tomar un café con ella para que me conozca y sobre todo !para que no quiera extirparme mis órganos para donarlos!

No, hasta que no me muera realmente.

La razón de mi despertar, no es divina (como dicen), sino de voluntad. Me he despertado porque me ha dado la p-iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii gana.

Nota: Esta vez ha sido un estadounidense de 21 años residente en Texas, Zack Dunlap, natural de Wichita Falls, el que ha despertado de su supuesta muerte cerebral.

Nota 2: Ayer casualmente tuve el accidente descrito, y todo quedó en un susto.