Vuelves, me follas y te vas otra vez. Cinco días. Con tus amigas. Te odio te lo digo en serio, aunque encuentre el morbo de ser tu puto objeto sexual.
Vuelves y te vas.
Aquí son las cinco de la mañana todo el día. No oigo ruidos porque voy ciego, no llego a verte porque soy muy torpe lo siento y los kilometros es lo que tiene.
Vuelves y te vas.
Pero ayer recibí tu sms: «Te amo tonto, el viernes te hago un hombre»
Mientras vuelva 😉
Idem. El regreso es lo que importa.
Por lo menos vuelve, que no es poco.