Drogada la vena…

de mi sensibilidad por tus besos,

desestabilizo este fiasco absurdo, esa volatidez en lo frágil.

Te quiero

Soy el origen de lo que soy, y soy de naturaleza extraña. El diablo no me habla porque hay cosas que queman y otras que salen de dentro.

Y a mi me sale, asumir tu circunstancia y abrazarte. El saberlotodo de tu cuerpo, milímetro a milímetro. Fotografiar todos y cada uno de tus gestos.

Te quiero

Tirar los trastos de la mesa al suelo. Acomodarte en mi regazo. Ocupar todo tu espacio.

Drogada la vena de mi sensibilidad por tus caricias, tus besos, tus mordiscos, tus etcéteras

yo desestabilizo al mismísimo espacio convirtiéndote en la única estrella que ilumina.

Te quiero.

17 opiniones en “Drogada la vena…”

  1. Sin duda, dentro de esa imagen de bruto que nos da, hay una inmensa ternura en ti! me has puesto los pelos de punta!! la receptora de ese te quiero, tiene q estar en las nubes!!!! precioso post 🙂

  2. A veces la palabra te quiero pierde su significado de tanto escucharla…………en las conversaciones de novios la palabra sale tantas veces como infinitas las estrellas son.

    Al teléfono nos podriamos pasar horas…..te quiero, hasta luego, un beso yo también te quiero……..cuándo nos deja en casa ( después del acto sexual) te quiero, yo también te quiero mucho…..lleva cuidaico ehhh, si tranquila lo llevaré, te quiero, te quiero, te quiero un beso, chao hasta luego te quiero………..

    Pero tú Pedro, has vuelto a darle significado……….. en tu poema la palabra ha renacido y surgido cuál ave fenix
    y no se piensa rendir, no está dispuesta a que le arrebaten su yo más profundo.

  3. Se agradece tanta frescura… Tu blog es como un sorbete de limón… Volveré… Ojalá tengas curiosidad por el mío que recién comencé hace una semana a publicar una novela por capítulos, “Amanece púrpura”; una novela en proceso, de la que ya he editado una parte del segundo capítulo. Iré escribiendo los siguientes siempre que haya lectores “suficientes” y “paguen” su lectura con el impuesto revolucionario de sus comentarios… Bueno, hasta otra, en tu casa o la mía… Un saludo cómplice. Volveré

Replica a La Nada Cancelar la respuesta