La verdad sobre la historia porno

Explicación al post anterior:

Debido a la cantidad de comentarios y correos negativos, descalificativos, destructivos, despectivos y un largo etcétera de improperios que he recibido últimamente… (qué? dónde? cómo?)

He decidido deciros la verdad, tal cual, sobre la última historia basada en hechos reales 00014.

Pasé toda la mañana en aquél ambulatorio, sí, es verdad pero no precisamente en la camilla de enfermos, sino en los aseos de la primera planta.

Recordemos a la musa, a la del pantalón negro (tanga a juego) y camiseta amarilla.

Y ahora mostremos a su novio tomándose la tensión…!ah no!, que es un iPod!

Pues eso, que regresé de comprarme los chicles a 1€ (de fresa). Y ella seguía en la puerta tan fresca, y entre eso y los «fruit» de fresa me acordé de la canción de la fruta fresca…

Desvaríos aparte, me acerqué otra vez a ella. Me volvió a mirar y yo no supe que decirle…tan sólo le entregué los chicles en su mano izquierda o derecha, no me acuerdo la verdad.

Lo que sé es que le dejé escondida una nota en el paquete de los chicles que venía a decir algo así como:

«Tesoro, si quieres pasártelo bien mientras esperas a tu novio estaré en la primera planta, en los aseos, a mano derecha, al lado de los ascensores. Ah y yo también estoy esperando a mi novia…!te espero guapa!»

Vale sí, mentí un poquico, a la que estaba esperando era a mi madre…

Bueno al caso, que a los cinco minutos yo ya estaba en los aseos rezando para que ella viniera y a los ocho minutos y medio (cronometrados)…aparece por fin!

Fue todo un frenesí…ni Sarkozy se lo monta tan bien como yo.

“Refexión de hoy”: Si soy sincero con su novio me parte la cara, si le digo la verdad, sinceramente creo que me la partiría igual.